Ayer por la mañana llamó una persona para inscribirse al Retiro de Verano. Era muy maja, se llamaba Marisa. Hablamos y conectamos bastante. Era una mujer muy involucrada en su crecimiento personal, en sentirse mejor consigo misma. Decía que le gustaba mucho aprender cosas nuevas y que había participado en varios talleres y retiros anteriormente. Pero luego le pasaba que…
