Aunque nos lo proponemos y hacemos lo posible por estar despiertos y conscientes, la rutina del día a día nos va metiendo poco a poco en un estilo de vida que, si no estamos muy atentos, nos va tensando.
Nuestro estado natural de paz se va alterando: o nos vamos apagando o nos vamos acelerando.
Puede que empecemos a sentirnos comprimidos y cargados de emociones no gestionadas, pues no siempre tenemos tiempo para pararnos a observar lo que nos sucede y atenderlo con consciencia.
En consecuencia aparecen bloqueos y tensiones en nuestro cuerpo. De ahí nacen muchos síntomas e incluso enfermedades, ya que al no ser gestionadas pasan al plano físico y al plano del inconsciente.
Y es justo desde el plano físico, a través del cuerpo, desde donde podemos empezar a disolverlas.
Muchas personas buscan una válvula reguladora con la cual poder drenar todo este material interno a través del movimiento corporal , ya sea practicando deporte o haciendo algún tipo de actividad que implique movimiento físico.
Encontrar estas válvulas personales de drenaje está muy bien, pero si a esa actividad física le sumas el plus de una actividad de conciencia, los beneficios serán exponencialmente superiores.
Es importante crear en nuestras vidas espacios de conciencia fértiles donde poder deshacer esos nudos internos y canalizar toda la energía acumulada y así poder recuperar esa conexión propia que alinea cuerpo, mente y espíritu.
Para ello, la práctica de la Danza Consciente resulta un ingrediente de gran utilidad donde dar forma a través del movimiento corporal expresivo a todo ese mundo interior.
Mediante una danza espontánea, libre y no filtrada por la mente, podemos proceder a liberar del inconsciente toda esa información en forma de movimiento. Es una manera muy útil de resetear y actualizarnos de manera sana y amena.
En sí misma constituye una herramienta de expresión y de comunicación, a través de la que manifestar nuestra rabia, locura, nuestro amor, nuestra libertad, los miedos, los bloqueos y también los deseos.
Es tanto el carácter medicinal y sanador de la danza, que nos ayuda a transmutar conflictos internos, disolver emociones cristalizadas o dar expresión a sentimientos cuya expresión es de vital importancia, como el amor más allá de las corazas o el dolor de una pérdida.
Y en lo relacional, la danza es capaz de romper barreras y limitaciones, barreras afectivas, barreras con el contacto humano y una gran cantidad de bloqueos o resistencias que nos separan de forma inconsciente.
Tenemos muy integrado en nuestra sociedad que el soltarse y bailar es algo que se hace cuando uno ha bebido alcohol y sale de fiesta, esa estrecha relación entre bailar, salir de noche y estados alterados de conciencia está grabada a fuego en toda la sociedad.
Pero esto resulta más un desahogo que una liberación, ya que en la mayoría de casos se hace como escape y no tanto desde un acto de unificación con nosotros mismos y con la vida misma.
Compartir espacios de conciencia donde la danza se use como herramienta sin necesidad de acudir a clases de baile ni salir de noche es una excelente forma de trabajo personal para vivir en sintonía con uno mismo.
Con la Danza Consciente podemos mover energías densas para volvernos livianos, energías sutiles para volvernos sensibles, energías de carácter elevado para volvernos amorosos.
El baile y el danzar está en nuestro ADN más primitivo, en culturas ancestrales siempre se ha utilizado la danza como forma de expresión y reunión. Existen danzas para cada rito: la celebración, danzas catárticas, danzas para el corazón, danzas para el tránsito de la muerte, danzas para el cambio de un ciclo vital, como el niño que se transforma en hombre, etc.
Ahora que estamos en la era de la tecnología, del pensamiento racional, de la moral, del consumo podemos recuperar esa parte más esencial y volver a conectar con esa sabiduría que llevamos en nuestro código genético y utilizarla a nuestro favor.
Justo ahora, más que nunca, puede ser cuando más lo necesitamos.
Dejar por un momento de lado nuestra personalidad y descansar en el momento presente dando espacio a todo aquello que nuestro cuerpo tenga la necesidad de manifestar.
Y aquí es donde la danza y la meditación se tocan en un vínculo unificador del alma humana.
Existen muchos más beneficios que hacen de la Danza Consciente un medio de crecimiento personal impresionante para expandir nuestra conciencia, para recuperar nuestra frescura vital, para desplegar todo nuestro potencial creativo y humano.
Y por supuesto, para divertirnos.
Lo mejor es que lo descubras por ti mismo. Da igual la edad, da igual la condición física, lo limitado que te sientas… nada de esto es un impedimento para que puedas, si lo deseas, sacarte todo el partido y descubrir tu potencial cuando te dejas llevar por la música y sueltas el control y la mente.
En cada uno de los Retiros de el camino sencillo podrás vivenciarlo directamente. Es uno de nuestros más apreciados ingredientes secretos.
RETIROS de Autodescubrimiento, Transformación y Consciencia.
Javier Riestra Puga
Equipo de el camino sencillo
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